domingo, 15 de marzo de 2015

¡Jazz a gogó!

¡Hola fans de Backestage!


No sé si a vosotr@s os ocurre lo mismo que a mí cuando escucho música. Ya sea clásica, jazz, electrónica, rock, blues, funk, house, disco, pop, etc. Las notas comienzan a tener en mi un efecto apaciguador y motivador al mismo tiempo, me inducen a seguirlas, a moverme, a sentirme tal y como la melodía va describiendo. Se trata de un efecto muy intenso que comparo al momento en el que enchufamos los auriculares a nuestro reproductor, o al momento en el que hacemos "play" en nuestra lista de reproducción. Todo se inunda de música y no puedo hacer otra cosa más que seguirla.


La música me acompaña, casi su en totalidad, y me inspira, llegando a mi mente un sin fin de ideas, como si se tratara de una fiesta a la que debieran asistir. Hoy me voy a dedicar por entero al "Jazz" un género en el que la improvisación es la primera regla.

Nacido en la mismísima Nueva Orleans, a finales del siglo XIX y extendida a principios del XX, fuente de influencias culturales francesas, españolas, alemanas, italianas, inglesas, irlandesas, escocesas, africanas y caribeñas. Toda una mezcla que hace de este género musical toda una alegoría a la inspiración y a la originalidad. Este género particular y encantador se caracteriza por contar con instrumentos de cuerda, percusión y viento. Todos armonizados en una coordinación desorganizada que hace las delicias de los fans del jazz.



Y es que cuando escuchamos a los grandes músicos de jazz, como Charlie Parker, Chet Baker, Ray Charles o la más reciente voz quebrada de Nina Simone, no puedo dejar de imaginarme la América de los años 20, y los locales que se inundaban de deliciosas melodías. Y es que mientras escuchamos "Summertime", "The Original Bird", "Savoy" o "Feeling good", nos introducimos por entero en una atmósfera mágica llena de sensaciones.

Cuadro del artista Archibald Motley (1891-1981), el pintor de "la era del jazz".

La música se aplica a todas las situaciones de la vida. No podemos entender el cine, el teatro, la televisión, las series, las discotecas, o, un día cualquiera en casa, sin la presencia de la música. Notas que emergen de grandes maestros y que nos sitúan en momentos e incluso en épocas pasadas. Podemos evocar un recuerdo a partir de ella y revivirlo siempre que queramos, o, simplemente, puede acompañar nuestro estado de ánimo en un momento concreto.

Las pasarelas son también un eco de toda influencia cultural que nos rodea, pues bien, la música es una de ellas. En el post de hoy voy a centrarme en los grandes genios del Jazz. Sus looks y cómo podemos hacernos con ellos. Lo mejor de todo es que va a tener cabida un sin fin de épocas y décadas, pero sobre todo, es el estilo "men", masculino, el que más destaca.

Charlie Parker (1920-1955). El gran Charlie Parker, tenaz y trabajador, logró ser el que mejor improvisaba y tocaba su saxo alto. Aficionado a la heroína desde su adolescencia, no dejó de esforzarse cada día para lograr ese sonido que embauca. Sus looks son de lo más clásicos, por ser también de una época más reciente. Trajes salpicados de líneas, combinados con corbatas alegres y sombreros en tonos tostados. 

Chet Baker (1929-1988). Con un estilo más influenciado por la década rebelde de los 50. Pelo engominado y brillante peinado hacia atrás, sobre todo utilizaba camisetas de tirantes y manga corta básicas y en color blanco. La chaqueta corte clásico es un básico para todos ellos, pero reinventada con ese toque joven y desenfadado. 

Ray Charles (1930-2004). Sus combinaciones solían tener toques de color, aunque el gran pianista de blues era ciego. Looks impecables salpicados por verdes, azules, rojos o incuso a cuadros, dónde la camisa blanca y la pajarita o el lazo (en este caso) siempre tenían cabida. Muy elegante el toque de los gemelos en la camisa, otorga más personalidad al look.

Nina Simone (1933-2003). Una de las más famosas cantantes de jazz, blues y ritmos de soul. Triunfó con esa característica voz rasgada y potente. Espectacular con este vestido negro que envuelve su figura, elegante y regio, que le otorga carácter y un toque de magia. Escote imperio y mangas que envuelven suavemente los hombros. Simplemente perfecto.
Pero Nina era una enamorada de su cultura y con una fuerte personalidad, lucía como nadie turbantes y conjuntos coloridos de motivos étnicos. Uno de sus otros looks es la pareja perfecta que forma la camisa blanca y el traje de chaqueta. 

Como hemos visto, los grandes sentían en sus prendas la música que luego tocaban y/o cantaban. Looks masculinos y de inspiración jazz que podemos incluir en nuestro día a día por ser muy cómodos y sencillos. Los cárdigans son otra solución perfecta para combinar con nuestras camisas, que no tienen por qué ser siempre de color blanco. Emulemos a Ray Charles y pongamos color en nuestros conjuntos. 



Podéis consultar mucho más sobre prendas masculinas para mujer en este link: http://www.tratamientosbelleza.com.ar/moda-y-tendencias/la-moda-de-las-prendas-masculinas-en-las-mujeres/

Zapatos elegantes, pajaritas y corbatas, tirantes, camisas de color blanco y ralla diplomática, colores neutros, trajes de chaqueta y sombreros de ala corta, son algunas de las prendas y complementos que vamos a incluir en nuestro look de hoy. 

¿Pensáis que podemos encontrar la inspiración en todo? Yo creo que si. Ya sabéis tod@s, para conseguir ese look masculino o al estilo jazz, podéis emular a las grandes estrellas adecuando el vestuario a nuestra época y añadiendo los accesorios clave (zapato masculino, sombrero, pajarita o corbata, tirantes...).


Espero que os haya gustado y que disfrutéis de la música en general. ¡Hasta el próximo post fans de Backestage!

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